Fundación
Mito de la fundación de
Tenochtitlan
Fundación de México-Tenochtitlan.
Códice Durán, s. XVI.
Escultura conmemorativa de la
fundación de México-Tenochtitlan, a un costado del edificio del Ayuntamiento de
la Ciudad de México.
Después de la Conquista de
México-Tenochtitlan, algunos frailes tuvieron interés en conocer la historia
antigua de la ciudad. Gracias a esta curiosidad se dispone de documentos que
permiten acercarse a los relatos de los indígenas. Algunos de estos documentos,
más tardíos, fueron elaborados directamente por los descendientes de la nobleza
indígena. Todas estas fuentes indican que los mexicas eran originarios de
Aztlán, sitio sobre el que se debate su ubicación precisa y su existencia real.
De acuerdo con la Crónica Mexicáyotl, en Aztlán los futuros mexicas eran
esclavos de los aztecas y llevaban este nombre. Cuando Huitzilopochtli
manifestó a su pueblo el imperativo de que marcharan hacia nuevas tierras,
también les ordenó que dejaran de llamarse aztecas porque a partir de ese
momento serían todos mexicanos.3 Este episodio también es recreado por el
Códice Aubin4 y el Códice Durán.5 La Tira de la Peregrinación señala que Aztlán
estaba ubicado en una isla donde había seis calpullis y un gran templo,
probablemente dedicado a Mixcóatl.6 En la Tira Huitzilopochtli sólo aparece
después que los aztecas llegaron a Teoculhuacan en el año 1-pedernal. De ahí
partieron ocho calpullis encabezados por cuatro teomamaque ("cargadores de
los dioses"); uno de ellos, identificado como Tezcacóatl, cargaba el bulto
de Huitzilopochtli.7
Según la mitología mexica
Huitzilopochtli les ordenó que sólo fundarían su reino donde estuviera "un
águila parada sobre un nopal devorando una serpiente". Siguiendo este designio,
los mexicas deambularon por varios lugares, siempre en busca del portento que
indicara cuál era la tierra prometida por su dios. De acuerdo con la Tira de la
Peregrinación, la gente de Cuitláhuac se separó del resto de los calpullis
cuando aún estaban en migración. Más tarde, los mexicas llegaron a la región de
Tollan-Xicocotitlan, donde Huitzilopochtli les ordenó que desviaran el cauce de
un río para crear una laguna en torno de un cerro. El placer de vivir en esa
tierra casi llevó a los mexicas a olvidar que su dios les había prometido otra
tierra, y viendo esto, Huitzilopochtli les hizo salir de ese sitio y continuar
la migración.8 Llegaron entonces al valle de México y pasaron por varios
pueblos, hasta que se asentaron en territorio de los tepanecas de Azcapotzalco,
a quienes les sirvieron como guerreros mercenarios. Finalmente, encontraron el
sitio señalado por Huitzilopochtli en un islote del lago de Texcoco. En la
Crónica Mexicáyotl, Tezozómoc dice que cuando hallaron el lugar, el sacerdote
Cuauhtlaquezqui dijo las siguientes palabras:
Id y ved un nopal salvaje: y allí
tranquila veréis un águila que está enhiesta. Allí come, allí se peina las
plumas, y con eso quedará contento vuestro corazón: ¡allí está el corazón de
Copil que tú fuiste a arrojar allá donde el agua hace giros y más giros! Pero
allí donde vino a caer, y habéis visto entre los peñascos, en aquella cueva
entre cañas y juncias, ¡del corazón de Cópil ha brotado ese nopal salvaje! ¡Y
allí estaremos y allí reinaremos: allí esperaremos y daremos encuentro a toda
clase de gentes!
Nuestro pechos, nuestra cabeza,
nuestras flechas, nuestros escudos, allí les haremos ver: a todos los que nos
rodean allí los conquistaremos! Aquí estará perdurable nuestra ciudad de
Tenochtitlan! El sitio donde el águila grazna, en donde abre las alas; el sitio
donde ella come y en donde vuelan los peces, donde las serpientes van haciendo
ruedos y silban! ¡Ese será México Tenochtitlan, y muchas cosas han de suceder!9
Las fuentes señalan que este
suceso ocurrió en el año dos-caña, 1325 del calendario occidental.
Evidencia arqueológica
La mayor parte de las fuentes
históricas señalan que la fundación de México-Tenochtitlan ocurrió en el año
1325. Esta fecha corresponde a la que declararon los propios indígenas en los
años siguientes a la Caída de Tenochtitlan. Los estudios arqueoastronómicos
indican que en ese año también ocurrió un eclipse lunar, suceso astronómico que
pudo ser tomado por los mexicas como un marcador mítico que pudiera legitimar
la supuesta relación entre los toltecas y los tenochcas.10 Las exploraciones
arqueológicas que se han llevado a cabo en el antiguo recinto del Templo Mayor
tenochca han permitido recuperar piezas de cerámica anteriores al siglo XIV, lo
que demuestra que el islote de México estuvo ocupado antes de la fecha indicada
para la fundación de Tenochtitlan. En entredicho está también la primacía de
México-Tenochtitlan sobre México-Tlatelolco. Las fuentes indican que la ciudad
gemela de Tenochtitlan fue fundada 13 años más tarde, es decir, en 1338. Sin
embargo, en el año 2007 se descubrió en la zona arqueológica de Tlatelolco una
estructura que pudo ser erigida entre los siglos XI y XII. Esto podría indicar
que la fundación de México-Tlatelolco fue anterior a la de México-Tenochtitlan.
Consolidación
La Coyolxauqui.
Tras el asentamiento de los
mexicas en el islote (que pertenecía al pueblo de Azcapotzalco) solicitaron al
gobierno de Culhuacán, un altepetl vecino de filiación culhua que mandara a
Tenochtitlan un miembro de su clase real para que dirigiera a los mexicas.
Culhuacán accedió y envió a Acamapichtli, quien se convirtió en el primer
tlatoani, hacia 1376. Sin embargo, los mexicas todavía estaban parcialmente
sometidos a Azcapotzalco y a su rey, Tezozómoc. Las condiciones de
establecimiento fueron duras y costosas para los mexicas, quienes aprovecharon
los recursos lacustres en su beneficio (fauna y flora).
Itzcóatl es considerado el primer
tlatoani de Tenochtitlán. Desde su independencia, los mexicas comenzaron procesos
que los llevarían a engrandecer su ciudad. Entre ellos estuvo la formación de
la Triple Alianza con Texcoco y Tlacopan, las guerras floridas y la conquista
de los pueblos cercanos. Moctezuma Ilhuicamina el Grande, convirtió este poder
en un imperio, al alcanzar sus conquistas Puebla, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y
parte de Veracruz. las conquistas se reanudaron a partir de 1486, cuando
Ahuízotl extendió el imperio por el centro y sur del México actual. Hacia 1500,
ya tras el descubrimiento de América, los mexicas eran el pueblo más poderoso
de Mesoamérica y Tenochtitlan una ciudad comparable con las más importantes del
mundo.
La ciudad a principios del siglo
XVI
Reconstrucción de un mercado en
Tenochtitlan, Museo Nacional de Antropología.
El asombro español expresado por
los cronistas que conocieron la ciudad en el siglo XVI narran el concierto y el
tamaño de la capital mexica y el grado organizativo de las funciones sociales
de la misma. Muchos de los soldados de Cortés no conocían hasta entonces una
ciudad tan grande. Un vistazo a Tenochtitlan pudo haber mostrado un sinnúmero
de canoas (unas 60 mil en un día de actividad normal) yendo y viniendo desde el
centro hasta las márgenes de los lagos y una ciudad con cerca de cincuenta
grandes edificios que destacaban por encima de las casas que por lo general
eran de un sólo piso.
Tenochtitlan estaba cruzada de
lado a lado por tres amplias y largas avenidas (calzadas) que se extendían
hasta tierra firme: al norte la que iba a Tepeyacac y que iniciaba en la Puerta
Cuauhquihuac; al poniente la que iba a Tlacopan (por donde huyeron expulsadas
las tropas de Cortés) y que iniciaba fuera del islote en el puente conocido
como Chichimecapan (aproximadamente en el cruce de las actuales calles de
Hidalgo y Paseo de la Reforma); la calzada al sur que iba a Ixtapalapa y que
atravesaba la puerta Tepantzinco que la dividía del Templo Mayor, dos acequias,
los acueductos de Ahuízotl y Acuecuezcatl a la altura de Acatlan (cerca de la
ermita de San Antonio Abad) y salía al lago en Tlamacoyan. Al oriente no
existía calzada ya que el límite era el Embarcadero Texcoco, que comunicaba a
dicha ciudad con la ribera oriente. Paralelos a estos canales siempre había una
amplia calle.
Los canales se usaban para el
transporte con barcas hechas de totoras. Había barcazas para la recolección de
desperdicios y otras para la recolección de excremento, que era utilizado como
abono en las chinampas. Alrededor de 1000 personas estaban encargadas de la
limpieza de las calles. Bernal Díaz del Castillo comenta su sorpresa al
encontrar letrinas en las casas particulares, en el mercado público y en los
caminos. Los canales se cruzaban por puentes de madera que de noche eran
retirados, como forma reguladora de las corrientes del lago y como estrategia
militar.
A pesar de que el lago de Texcoco
era salado, la ciudad estaba rodeada de agua dulce gracias a los diques
construidos por los mexicas y que permitían concentrar ahí el agua que
desembocaba de los ríos que alimentaban al lago. La ciudad contaba con dos
acueductos que tenían dos canales, que Bernal describe como "del ancho de
un buey". Esto permitía mantener un canal en operación en tanto se le daba
mantenimiento al otro. Esta agua era principalmente usada para lavado y aseo,
los mexicas acostumbraban a tomar dos baños al día, y se reporta que Moctezuma
II tomaba cuatro. Usaban la raíz de coplaxócotl (Saponaria americana) como
jabón, y la raíz de metl para el lavado de la ropa.
La simetría de la ciudad era
mantenida por medio de un funcionario llamado calmimilócatl, que debía
supervisar cualquier construcción y evitar que se invadieran las calles y
canales, que eran previamente construidos.
La organización social y
económica de los pueblos de la época era en altépetl, los cuales tenían en los calpullis
(barrios) su base local. Los cuatro calpullis principales de Tenochtitlan
fueron al noroeste Cuepopan, al noreste Aztacalco, al suroeste Moyotla y al
sureste Zoquiapan y a partir de 1473, al norte Tlaltelolco. Cada uno de los
calpullis tenía una personalidad, pues usualmente los artesanos y artistas se
agrupaban en algún calpulli y competían contra los de otros calpullis. En el
caso de las festividades, cada calpulli trataba de superar a los otros.
Actualmente, en la zona sur de la ciudad de México aun se les llama calpullis a
las organizaciones generadas en torno a las iglesias católicas, y en las
fiestas populares aun compiten entre ellas.
Además, cada calpulli tenía
asignada una zona de tierra cultivable; los habitantes de un calpulli se
repartían el trabajo de sembrar y cosechar esas tierras. Esto tendía a
estrechar más los lazos entre los vecinos de un calpulli. Esta forma de
posesión comunal de la tierra persiste en algunos pueblos del México moderno,
aunque en general es considerada subversiva por el gobierno. Desde la invasión,
durante siglos los campesinos han tenido que luchar para poder mantener esas
tierras comunales y que no les fueran arrebatadas por los terratenientes.
Cada calpulli tenía su propio
tianquiztli ('mercado'). Actualmente en casi todo México, se les llama tianguis
a los pequeños mercados que se ponen un solo día a la semana, conocidos también
como mercados sobre ruedas en otros países latinoamericanos.
Además del mercado del calpulli
existía un mercado principal en Tlatelolco. Cortés reporta que este mercado era
dos veces más grande que la ciudad de Sevilla y que había 60.000 personas
comprando y vendiendo diariamente. Bernardino de Sahagún nos da una cifra más
conservadora de 20.000 personas durante días comunes y 40.000 en los días de
fiesta.
Caída
Artículos principales: Caída de
México-Tenochtitlan y Conquista de México.
Los conquistadores españoles
deshaciéndose del cuerpo de Moctezuma, Códice Florentino, siglo XVI.
Lámina del Lienzo de Tlaxcala.
Malintzin sirvió de intérprete a Hernán Cortés ante los indígenas, ya que
hablaba maya y náhuatl.
Hacia 1502, los mexicas se habían
consolidado como el pueblo más fuerte de Mesoamérica.1 12 Sólo algunos pueblos,
como los yopes, los totonacas, los tlaxcaltecas y los Purepechas, se negaron a
ser sometidos. En ese mismo año murió el tlatoani Ahuízotl, durante las
inundaciones de aquel año. Moctezuma Xocoyotzin le sucedió en el cargo.
Mientras tanto, Cristóbal Colón había llegado a América hacía once años, y en
Europa, principalmente en España y Portugal, ya se preparaban expediciones con
el fin de conquistar los nuevos territorios.

El 8 de noviembre de 1519, Cortés
llegó a Tenochtitlan, siendo recibido triunfalmente por Moctezuma en la calzada
de Tlalpan. Éste creía que se trataba del dios Quetzalcóatl quien, según la
leyenda, regresaría un día por el oriente.13 14 Moctezuma hospedó a Cortés en
el Palacio de Axayácatl y pronto éste capturó a Moctezuma, que no opuso
resistencia.13 Mientras tanto, en Cuba, Diego Velázquez intentaba recuperar el
control de las tropas, pues sospechaba que Cortés planeaba insubordinarse y
como precaución envió una expedición comandada por Pánfilo de Narváez a
Veracruz.15 Cuando Cortés se enteró de lo ocurrido se dirigió a Cempoala con
algunos soldados para enfrentarlo, mientras tanto, dejó al mando de la
guarnición a Pedro de Alvarado. Cerca de Zempoala, Cortés tuvo un violento
enfrentamiento con Narváez, quien resultó herido. Cortés logró convencer a los
soldados recién llegados de que se uniesen a él para fortalecer el ejército
español. Entre los hombres de Narváez venía un negro que había contraído la
viruela, enfermedad desconocida en Mesoamérica que se propagó rápidamente entre
los indígenas y causó una enorme mortandad.

Mientras tanto, en la capital
mexica, los habitantes preparaban una importante festividad a los dioses
Tezcatlipoca y Huitzilopochtli.15 Pedro de Alvarado dio órdenes a sus soldados
de atacar a los indígenas durante la fiesta. Aunque para muchos resultan poco
comprensibles las razones de la orden de Alvarado, algunos la explican
argumentando que pudo haber confundido los preparativos para la fiesta
religiosa indígena pensando que tal vez eran movimientos para tenderles una
trampa.15 Lo cierto es que durante ese ataque cientos de indígenas, incluyendo
mujeres y niños, fueron asesinados por los españoles frente al Templo Mayor. La
indignación que ese ataque generó entre los mexicas fue enorme. El pueblo se
levantó en armas contra los españoles y los combatió con ímpetu.
Tras el regreso de Cortés, el
pueblo estaba furioso por los excesos de Alvarado, y Cortés mandó llamar a
Moctezuma para que calmara a la gente, pero el pueblo respondió apedreándole,
heridas que le causaron la muerte poco después, en junio de 1520.
Entonces Cuitláhuac fue electo
tlatoani y de inmediato organizó al ejército para echar fuera a los españoles.
El 30 de junio de 1520, los mexicas tomaron por sorpresa a los españoles, que
intentaban huir de Tenochtitlan y los derrotaron en uno de los puentes de la
ciudad, causándoles severas bajas, y pérdidas importantes de objetos de oro que
habían acumulado. A este episodio, ocurrido el 30 de junio de 1520, se le
conoce como la Noche Triste, debido a que, según cuenta la leyenda, Cortés
lloró al pie de un ahuehuete.
Los españoles de inmediato
comenzaron a reforzar su tropas, con ayuda de los tlaxcaltecas y otros pueblos
aliados. En mayo de 1521, comenzó el sitio de Tenochtitlan. Mientras tanto,
Cuitlahuác murió de viruela en noviembre de 1520, y fue sucedido por Cuauhtémoc.
El asedio se prolongó, los españoles con la ayuda de sus aliados indígenas poco
a poco fueron tomando la ciudad, cortaron el agua y obligaron a los mexicas a
replegarse hasta que, finalmente, el 13 de agosto de 1521, cayó Tenochtitlan.

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